Proyectos de "Misión" Juventud Carmelita Ecuatoriana

Con la finalidad de realizar proyectos de solidaridad, acogida y fraternidad con comunidades que lo necesiten, los jovenes que conformamos el JUCAE, queremos compartir con ustedes estas iniciativas y proponerles se nos una como colaboradores.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Decretos de Navidad de Frei Betto.

Queda decretado que en esta Navidad, en vez de dar regalos, nos haremos presentes junto a los hambrientos, los necesitados y los excluidos. Papá Noel será colgado, como Judas, y, selladas las chimeneas, abriremos corazones y puertas a la llegada salvífica del Niño Jesús.
Por traerles a muchos, más dolores que alegrías... Queda decretado que Navidad no nos trasvestirá en lo que no somos: en este verano tórrido arrancaremos del árbol de Navidad todos los algodones de falsas nieves; cambiaremos las nueces y las castañas por frutas tropicales; los renos y trineos por carrozas repletas de alimentos no perecederos; y si sobrara por ahí algún Papá Noel, que aparezca en bermudas y sandalias.
 
Queda decretado que, cartas de niños, sólo las dirigidas al Niño Jesús, como la de Lucas, que escribió convencido de que Caín y Abel no se habrían peleado si hubieran dormido en cuartos separados; propone al Creador que nadie más nazca ni muera, y que todos nosotros vivamos para siempre; y al ver el pesebre, prometió enviar su regalo al hijo desnudo de María y José.
 
Queda decretado que los niños, en vez de juguetes y pelotas, pedirán bendiciones y gracias, abriendo sus corazones para destinar a los pobres todo lo superfluo que llena los armarios y las gavetas (cajones). Lo que le sobra a uno es la necesidad de otro, y quien reparte bienes comparte a Dios.
 
Queda decretado que, al menos un día, desenchufaremos toda la parafernalia electrónica, incluido el teléfono, y, recogidos en soledad, haremos un viaje al interior de nuestro espíritu, allí donde habita Aquel que, distinto de nosotros, da fundamento a nuestra verdadera identidad. Entregados a la meditación, cerraremos los ojos para ver mejor.
 
Queda decretado que, alejando los pudores, las familias harán al menos un momento de oración, leerán un texto bíblico, agradecerán al Padre de Amor el don de la vida, las alegrías del año que termina e incluso los dolores que exacerban la emoción sin que se pueda entender con la razón. Transitoria, la vida es un río que sabe ir al mar como destino, pero que no conoce cuántos meandros, cascadas y piedras habrá de encontrar en su transcurso.
 
Queda decretado que arrancaremos la espada de la mano de Herodes y ningún niño será condenado ya al trabajo precoz, violado, golpeado o amenazado. Todos tendrán derecho a la ternura y a la alegría, a la salud y a la escuela, al pan y a la paz, al sueño y a la belleza.
 
El Niño del pesebre vino para todos, indistintamente, y no se puede rezar el Padrenuestro si el pan no se vuelve nuestro sino que queda como privilegio de una minoría satisfecha.
Queda decretado que las mesas de Navidad estarán cubiertas de afecto y, dispuestos a renacer con el Niño, trataremos de sepultar iras y envidias, amarguras y ambiciones desmedidas, para que nuestro corazón sea acogedor como el pesebre de Belén.
 
Queda decretado que, al igual que los reyes magos, todos daremos un voto de confianza a la estrella para que ella conduzca este país hacia días mejores. No buscaremos nuestro propio interés sino el de la mayoría, sobre todo de los que, a semejanza de José y María, fueron excluidos de la ciudad y, como una familia sin tierra, obligados a ocupar un predio, en el que brilló la esperanza.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Monseñor Romero y la Navidad

Monseñor Romero afirmaba que seguía un esquema sencillo para preparar sus homilías: “Estudio la palabra de Dios que se va leer el domingo, miro a mi alrededor, a mi pueblo, y lo ilumino con esta palabra”. Miguel Cavada, estudioso exhaustivo de las homilías del arzobispo mártir, afirma que la estructura formal de estas es un modelo de predicación total: exégesis de la palabra de Dios y encarnación de esa palabra a la realidad; catequesis doctrinal y exhortación pastoral. Para Ignacio Ellacuría, el impacto que suscitó la predicación de monseñor Romero tenía una causa última y profunda: “Ponerse a anunciar y realizar el Evangelio en toda su plenitud y con plena encarnación”.

Podemos decir, entonces, que en el legado de homilías que nos dejó monseñor Romero encontramos que cada ciclo litúrgico resulta ser no solo la organización de los diversos tiempos y solemnidades durante el año, sino una vivencia de la salvación que trae Jesús en nuestra propia historia. Eso lo podernos constatar, por ejemplo, si escrutamos algunos fragmentos de sus homilías pronunciadas en uno de los tiempos litúrgicos más solemnes y esperanzadores de la Iglesia: la fiesta de la Navidad. Veamos algunos textos donde se hacen presentes la palabra de Dios, la comunidad de fe y la realidad histórica.

La Navidad como presencia de Dios en la historia

Para monseñor Romero, el fundamento de la Buena Noticia de la Navidad reside en que Dios mismo viene a nosotros, como ser humano, como luz que ilumina nuestra oscuridad. Transcribimos una cita muy clara al respecto: “Una predicación, lo mismo que una celebración navideña que solamente fuera un cuentecito romántico de hace veinte siglos y que no tuviera que encarnarse con el proyecto salvífico de Dios en las vicisitudes trágicas, dolorosas o esperanzadoras de nuestra historia, de nuestra realidad, no sería un cristianismo auténtico. ¡Dios sigue salvando en la historia! Por eso, al volver a este episodio del nacimiento de Cristo en Belén, no venimos a recordar el nacimiento de Cristo hace veinte siglos, sino a vivir el nacimiento, pero en el siglo XX… en nuestra Navidad aquí en El Salvador” (24 de diciembre de 1978).

Alegría de Navidad, alegría de esperanza cristiana

La liturgia nos anuncia la alegría de la Navidad con las palabras del profeta Zacarías: “¡Despierta, alégrate, hija de Sion! Mira, tu Rey viene a ti. Él es tu Salvador justo y trae salvación a todos los pueblos” (Zacarías 9, 9-10). O también con las palabras del profeta Isaías: “Romped a cantar en coro, ruinas de Jerusalén, que el Señor consuela a su pueblo” (Isaías 52, 9). O más cercano a nosotros, con las palabras del profeta Romero: “He oído muchas voces que me dicen: ‘Qué triste se siente la Navidad, como que no es Navidad’. Y es que hay angustia, hay incertidumbre, hay muchos que están sufriendo, hay muchos hogares donde faltan seres queridos, hay tristeza en la Navidad en El Salvador; pero el que es cristiano sabe que hay una alegría de fondo, una alegría de esperanza y de fe, una alegría de austeridad… A esa alegría serena invito a todos. Gracias a Dios que no solo existe una Navidad de tantas apariencias comerciales y de alegrías que son fugaces como la pólvora que se quema y no deja más que basura. Alegría de profundidad es lo que yo quisiera para todos los que estamos haciendo esta reflexión. Alegría en medio de la tristeza, del terror, de la angustia… Sin embargo, hay una gran esperanza: has venido, Señor… nuestra fe confía en Ti y sabemos que vienes a salvarnos y que cuanto más negra se pone la noche y más cerrados los horizontes, Tú serás más redentor”.

En Jesús, Dios está con nosotros y para nosotros.

La palabra central del relato que el evangelista Mateo hace del nacimiento de Jesús es “Emmanuel”: Dios está con nosotros. Él camina con nosotros. Ya no estamos solos en ningún lugar, en ninguna enfermedad, en ningún calvario que, al igual que Jesús, tengamos que experimentar. Monseñor Romero lo formulaba en los siguientes términos: “Para nosotros ha nacido el Señor. No es un nacimiento que nosotros recordamos de otros tiempos como si José, María, los pastores, los magos… solamente dejaran para nosotros un recuerdo. No, la liturgia, la celebración de Iglesia, tiene el privilegio de hacer presente el misterio que celebramos: hoy nace Cristo para nosotros… Sintámoslo así al Señor: el redentor de mi familia, el compañero de mi vida, el confidente de mis angustias”.
Y en la última Navidad que celebró, en palabras memorables dijo: “Es hora de mirar hoy al Niño Jesús no en las imágenes bonitas de nuestros pesebres. Hay que buscarlo entre los niños desnutridos que se han acostado esta noche sin tener que comer, entre los pobrecitos vendedores de periódicos que dormirán arropados de diarios allá en los portales. Entre el pobrecito lustrador que tal vez se ha ganado lo necesario para llevar un regalito a su mamá o, quién sabe, el vendedor de periódicos que no logró venderlos y recibirá una tremenda reprimenda de su padrastro o madrastra. ¡Qué triste es la historia de nuestros niños! Todo eso lo asume Jesús esta noche” (24 de diciembre de 1979).

La fe-esperanza que se vive en el “hospitalito”

Terminamos con un testimonio. Recientemente, clausuramos la campaña “Solidaridad en Navidad” a beneficio del Hospital Divina Providencia, un centro de atención para personas pobres desahuciadas por cáncer. En ese hospital vivió y fue martirizado monseñor Romero. Su cercanía con los sufrientes fue una de sus principales características. Pues bien, el cierre de la campaña nos llevó a visitar a cada uno de los pacientes. Nuestro deseo era llevarles el mensaje de que Dios está con nosotros en toda circunstancia. Una de las enfermas más jóvenes nos dio una lección de fe con las siguientes palabras: “El cáncer está matando mi cuerpo, pero no logra matar mi fe. Saber que Dios está conmigo en el cáncer, me hace estar confiada y con cierta paz”.

Profundidad de fe y de esperanza es lo que encontramos en este testimonio. Dios aparece sosteniendo la fragilidad y haciendo vivir. Y es, justamente, lo que busca comunicarnos el mensaje de Navidad. Hagamos nuestra la promesa de Dios: “Yo estoy contigo” en todas las oscuridades y soledades, en todas las rupturas de tu vida, en tu desesperación y en tu fracaso.
Carlos Ayala Ramírez

viernes, 14 de diciembre de 2012

María, mujer de esperanza. - Sin rendirte.

«Proclama mi alma la grandeza del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» Lc 1,46.47

Que esto es la esperanza. Esa disposición para seguir luchando cuando todo parece cuesta abajo. Cuando nubarrones amenazan tormenta. Cuando uno no entiende, o no cree, o no sabe por dónde seguir. Tú esperaste, en ese adviento primero inesperado, al niño cargado de promesas. Y esperaste, viéndole crecer, a ver qué sería de su vida. Le esperaste cuando se echó a los caminos. A veces ibas detrás, y te fuiste haciendo discípula, también tú. Esperaste, atravesada por el dolor, al pie de la cruz. Y luego, con los que se encerraban, temerosos, también allí estuviste, siendo para ellos madre y amiga. Y con ellos confiaste. Hasta que se hizo la Luz. Y por eso me invitas, también a mí, a fiarme, y a esperar, activamente. A Dios, en este mundo, y su reino, que juntos habremos de ir construyendo, entre muchos.
 
¿Qué espero hoy de Dios?
¿Y de la vida?
¿Y de mí mismo?
 
La espera y la esperanza
 
No es la esperanza, no. Sólo es la espera
lo que fijo me tiene a tu querencia.
tu palpable regreso a mí, evidencia
una ignorada ansia pasajera.
Si mucho es esperarte, aún más fuera
esperanzarte. Ciega mi impotencia,
no sabe de accidentes ni de esencia.
De ahí, el querer, quizás lo que no quiera.
Para esperarte tengo el sentimiento.
Esperanzado, nada tengo. Un viento,
acaso, que me enlaza a lo lejano.
La esperanza es un premio gratuito
a la espera; un don casi infinito
por un merecimiento casi humano
 
Rafael Guillén

jueves, 13 de diciembre de 2012

María, mujer de esperanza, mujer del adviento

En estos tiempos que para muchos son difíciles, se hace más necesario que nunca volver los ojos a quien puede ser para nosotros referencia, ejemplo y estímulo. Hay muchos hombres y mujeres que, con sus vidas, demuestran que es posible plantar cara a la tormenta y luchar por lo que creen justo. Pero quizás, entre todos, una mujer, María, es para cada uno de nosotros refugio, maestra y guía en el camino. Ella es la mujer del adviento, la señora de la espera, la que fue capaz de afrontar lo incierto desde la fe y la confianza profunda.
 
María, mujer de esperanza. - Con un «Hágase»

 
«Respondió María: He aquí la esclava del Señor. Que se cumpla en mí según tu palabra» (Lc 1,38)

Te fiaste. Sin sucumbir al temor, a las prevenciones, a lo sorprendente. Te fiaste de Dios, aunque hacerlo te pusiera en situaciones complicadas. Dijiste «sí», poniendo tu vida en sus manos, sin hacer caso a las habladurías, a las posibles incomprensiones. Y esa palabra valiente se convierte, también hoy, para mí, en llamada. A tener valentía a la hora de vivir la fe. A tener coraje para tomar en serio el evangelio. A tener audacia para buscar formas de hacerlo real en este mundo, hoy, aquí y ahora.
 
¿Qué «Hágase» es necesario hoy en mi vida?
 
María
Niña con el mundo en el alma.
Sutil, discreta, oyente,
capaz de afrontar riesgos.
Chiquilla de la espera,
que afronta la batalla
y vence al miedo.
Señora del Magnifícat,
que canta la grandeza
velada en lo pequeño.
Y ya muy pronto, Madre.
hogar de las primeras enseñanzas,
discípula del hijo hecho Maestro.
Valiente en la tormenta,
con él crucificada
abriéndote al Misterio.
Refugio de los pobres
que muestran, indefensos,
su desconsuelo
cuando duele la vida,
cuando falta el sustento.
Aún hoy sigues hablando,
atravesando el tiempo
mostrándonos la senda
que torna cada «Hágase»
en un nuevo comienzo.
José María R. Olaizola, sj

miércoles, 14 de noviembre de 2012

El Laicado, ese gigante dormido

La verdadera promoción del laicado postula un buen fundamento y una exigencia...
(Jesús Espeja, OP).
Desde la reforma gregoriana en el s.XI la Iglesia se fue clericalizando cada vez más, hasta convertir la eclesiología en una jerarcología. Los seglares cristianos, que no sabían latín, lo más que llegaron, ya en el s. XX, fue a ser considerados como “brazo de la jerarquía”. En el reciente mensaje al foro internacional de Acción Católica, Benedicto XVI dijo;  la corresponsabilidad “exige un cambio de mentalidad especialmente respecto al papel de los laicos en la Iglesia, que no se han de considerar como «colaboradores» del clero, sino como personas realmente «corresponsables» del ser y del actuar de la Iglesia”.

Se venía definiendo al seglar cristiano como aquel que no es clérigo ni religioso. Por primera vez el Vaticano II lo define como el bautizado que en el mundo y desde dentro del mundo es otro Cristo y realiza la misión de la Iglesia. Cuando frecuentemente los laicos se clericalizan mientras los ministros del altar siguen siendo amos en vez de amor, es decisivo para la salud de la Iglesia como pueblo de Dios, que los seglares cristianos se responsabilicen de su vocación. Sin negar al mundo ni las realidades terrenas. Cooperando a que la humanidad y la creación caminen hacia la plenitud de vida que es su destino, lo que Jesús de Nazaret expresó con el símbolo reino de Dios. La espiritualidad de los laicos no es monacal basada en la renuncia al mundo, la entera familia humana con las realidades en que vive; debe ser una espiritualidad “mundana”, en el mundo y desde el mundo. No es cuestión de que los seglares entren en las sacristías y se pongan atuendo clericales. Deben buscar y encontrarse con Dios en la inmanencia histórica; no sólo en la oración y en los sacramentos, sino en su compromiso responsable por construir una sociedad más humana y más justa.

El Vaticano II, al presentar a la Iglesia como pueblo de Dios, quiso despertar a ese gigante dormido que es el laicado. Pero el letargo viene de siglos y cuesta mucho volver en sí. No sólo porque los clérigos a veces actúan como si fueran los únicos responsables, tratan a los seglares como menores de edad y sólo quieren monaguillos. Es más grave la irresponsabilidad de lo laicos que se conforman con obedecer a lo que les digan los clérigos en vez de ser responsables de su papel y corresponsables en la misión de la Iglesia. El tema es preocupante porque la evangelización dependerá de la capacidad y relevancia que vayan teniendo los seglares. La verdadera promoción del laicado postula un buen fundamento y una exigencia; crecimiento de todos en la fe como encuentro personal con Jesucristo y una remodelación estructural de la misma Iglesia.laicos dejando intacto el anterior modelo eclesiológico. Urge una revalorización de la actividad humana en la historia, y una conciencia vida de la presencia del Espíritu, Dios en esa historia sosteniendo.

Jesús Espeja, OP

miércoles, 24 de octubre de 2012

Carta Abierta de las CEBs Nacional del Ecuador

 
" Vemos que aun no se le da la importancia y el respeto necesario al Plan Diocesano de Pastoral de ISAMIS que ha sido fruto de muchas asambleas, en donde aprendimos a valorar nuestras diferencias y un “Soñar juntos” ..."
CARTA ABIERTA A LOS OBISPOS, AL NUNCIO APOSTÓLICO, A LA CONFERENCIA EPISCOPAL ECUATORIANA Y A TODA LA IGLESIA PUEBLO DE DIOS
Nosotros coordinadores y coordinadoras de las Comunidades Eclesiales de Base del Ecuador, animados por el Espíritu de la carta apostólica “Porta Fidei” que asumimos con gran alegría, por cuanto ratifica el valor fundamental de la fe en que se basa nuestra razón de ser como CEBs para todo nuestro obrar misionero.
En nuestras reuniones de coordinación, nuestros hermanos de la Iglesia de Sucumbíos nos han informados sobre la situación que se está viviendo en aquella zona de misión luego de los inconvenientes e incomprensiones generadas por la ruptura, abrupta, de muchos procesos pastorales cuando el pasado 30 de Octubre de 2010 se removiera del cargo a Monseñor Gonzalo Lopez Marañon, y se desconociera a los sacerdotes y las comunidades campesinas de la diócesis, las cuales habían construido juntos, por más de 40 años un plan de Pastoral de Iglesia comunión y Participación. Reconociendo que la jerarquía de nuestra Iglesia Católica también ha sentido suya aquellas preocupaciones y ha realizado algunos cambios a favor de la Paz y la Unidad de la Iglesia de Sucumbíos; manifestamos lo siguiente:
VER
  • Constatamos que aún no se ha logrado un proceso de reconciliación y sanación de las heridas ocasionadas por la designación de los Heraldos del Evangelio para sustituir a Mons. Gonzalo Lopez, dolor que todavía percibimos en nuestros hermanos de las CEBs de ISAMIS. (Iglesia San Miguel de Sucumbios)
  • Vemos que aun no se le da la importancia y el respeto necesario al Plan Diocesano de Pastoral de ISAMIS que ha sido fruto de muchas asambleas, en donde aprendimos a valorar nuestras diferencias y un “Soñar juntos” .
JUZGAR:
Sabemos que es deber todo sector de Iglesia Vivir en comunión y respeto entre nosotros, más todavía si también somos CEBs, por tanto hacemos explicita nuestra comunión y respaldo tanto en la espiritualidad como los procesos organizativos de nuestras hermanas CEBs de Sucumbíos, respetando las diferencias, y valorando sus sueños, sus luchas y sus deseos de vivir en comunión eclesial, como lo manda San Pablo en su primera carta a los Corintios Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos”. (1Cor. 12, 13-14). Dios nos abra nuestros ojos y corazones al amor fraternal.
Debemos elevar a Dios nuestra acción de gracias pues Jesús mismo nos dice: Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de calumnias contra vosotros, por causa de mí. Regocijaos y alegraos, porque vuestra recompensa en los cielos es grande, porque así persiguieron a los profetas que fueron antes que vosotros” Luc 5, 11-12, por tanto en estos tiempos difíciles que vive la Iglesia en general, y más aun nuestras comunidades Eclesiales de Base, especialmente en la Iglesia de Sucumbíos, el Señor Jesucristo abre nuestros ojos a nuevas realidades, nos hace ver la importancia del dialogo y la comunión eclesial, nos hace valorar y reafirmar nuestra misión en la tierra de ser Comunidades Creyentes que desde el carisma Laical podamos participar y buscar la transformación del mundo según los valores del Evangelio, y con la compañía de nuestros pastores y sacerdotes.
ACTUAR:
  • Las CEBs a nivel nacional nos comprometemos a intensificar nuestra vida de oración a favor de la comunión eclesial, la reconciliación, el dialogo entre todos nosotros hombres y mujeres creyentes católicos.
  • Buscaremos por todos los medios posibles colaborar en la tarea Evangelizadora de nuestra Iglesia en comunión con los Obispos y Sacerdotes en amor fraterno.
  • Solicitamos a nuestros Pastores que nos ayuden con sus orientaciones a dar los mecanismos necesarios para llegar a una sanación Espiritual en la Iglesia ISAMIS (Iglesia de San Miguel de Sucumbíos) en donde todos seamos reconocidos como hijos de Dios y miembros de la Iglesia; que podamos acceder a espacios de dialogo en donde encontremos soluciones consensuadas en la que primen los valores evangélicos de manera que se propenda por una iglesia unida en un mismo espíritu con diversidad de dones; que allí prime el deseo de servicio a los más pobres sin desconocer la identidad propia de las CEBs ratificadas y confirmadas por Nuestra Iglesia Latinoamericana en el documento de Aparecida (DA 472; 5.2.3)
  • Solicitamos adelantar acciones orientadas al cese de calumnias, de hostigamientos y confrontaciones directas entre los grupos pastorales, laicos y contra los sacerdotes de ISAMIS de manera que se valore el carisma y la espiritualidad de cada uno sin detrimento del otro; ¨aquel que no esta contra mi esta a favor mío¨ (Lc 9,50)
  • Pedimos que se escuche y se atienda la solicitud que presentan los fieles de las comunidades de la Iglesia local de Sucumbíos presentadas en su Carta Abierta titulada: “Carta Abierta de fieles de la Iglesia Local; Vicariato Apostólico de San Miguel de Sucumbíos” presentada el 11 de Octubre pasado con motivo del 50º aniversario de la Apertura del Concilio Vaticano II que dio a luz a las CEBs.
Damos gracias a Dios por Ustedes queridos pastores y autoridades eclesiásticas que han aceptado sobre sus hombros la Cruz de orientarnos a todos hacia el perdón, la reconciliación, la valoración mutua y la transformación de tantas estructuras injustas que avocan a nuestros pueblos hacia las nuevas esclavitudes del presente Siglo.
Ponemos en sus manos nuestras esperanzas, y agradecemos el cariño y la atención que ustedes prestan a nuestras peticiones.
Babahoyo, 21 de Octubre de 2012, En el año de la Fe,
COORDINACIÓN NACIONAL DE COMUNIDADES ECLESIALES DE BASE
Iglesia pueblo de Dios

lunes, 15 de octubre de 2012

Eucaristía en la Clausura del Encuentro por los 50 años del Concilio Vaticano II en el Colegio de los SSCC de la Alameda.

La Jornada Volver a Jesús, tuvo una hermosa experiencia de fe y un alto contenido espiritual en que se pidió por una Iglesia de los Pobres, como lo fueron las primeras Comunidades de Jesús…
En el segundo día de las Jornadas por los 50 años de la inauguración del Concilio Ecuménico Vaticano II, se vivieron hermosas experiencias de fe y comunidad. Desde temprano cientos de personas fueron llegando al gimnasio del Colegio de los Sagrados Corazones de la Alameda para participar en este acontecimiento vivificador para toda la Iglesia, gracias a la intuición e impulso del inolvidable Papa Juan XXIII en octubre del año 1962.
A continuación de las excelentes ponencias ofrecidas por el P. Juan Ochagavía, SJ y del teólogo laico, Javier Pinto, que viajó desde Copiapó a Santiago, comenzó una hermosa Eucaristía en la que participaron los padres Mariano Puga, Alfonso Baeza y Vicente Morales.
En la emocionante ceremonia participativa, acogedora y atenta a la Palabra que emana del Evangelio, se conjugaron tanto la iluminación bíblica, como los testimonios y recuerdos de hombres y mujeres que han marcado el caminar de la Iglesia pobre, peregrina, martirial y comprometida de Chile y Latinoamérica.
Momento importante fue cuando los participantes expresaron a viva voz las Gracias al Señor por todo lo que hemos visto y oído en estos largos 50 años en nuestras Comunidades de Base y ambientes cristianos diversos. Presentes estuvieron los nombres de Juan XXIII, Raúl Silva Henríquez, Alberto Hurtado, Manuel Larraín, Enrique Alvear, Esteban Gumucio, Fernando Ariztía, Ronaldo Muñoz, Jorge Hourton, Clotario Blest, Hermanos Vergara Toledo, Elena Chaín, Odile Laubert, José Comblin, Agustín Vial, Huaso Correa, Pierre Dubois…
Y, se recordaron los mártires cristianos que la memoria histórica no olvida; Joan Alsina, Miguel Woodward, Gerardo Poblete, Antonio Llidó, André Jarlan, Oscar Romero, Luis Espinal, Rutilio Grande, Juan Gerardi, Enrique Angelleli, Ita Ford…
Y, a continuación de la lectura del Salmo 119, se procedió a la lectura de Mateo 25 (31/46); Cuando el hijo del hombre venga en su gloria rodeada de todos sus ángeles, se sentará en su trono como Rey glorioso. Todas las naciones serán llevadas a su presencia y, como el pastor se parara las ovejas de los machos cabríos, así también los hará él. Separará unos de otros, poniendo las ovejas a su derecha y los machos cabríos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que están a la derecha: “¡Vengan, los bendecidos por mi Padre! Tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me alimentaron; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Pasé como forastero y ustedes me recibieron en su casa. Anduve sin ropas y me vistieron. Estaba enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.”
Entonces los buenos preguntarán:  “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; sediento y te dimos de beber, o forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? El Rey responderá: “En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de estos más pequeños, que son mis hermanos, lo hicieron conmigo.
Al mismo tiempo, dirá a los que estén a la izquierda:  “¡Malditos, aléjense de mí, vayan al fuego eterno que ha sido destinado para el diablo y para sus ángeles! Porque tuve hambre y no me dieron de comer, porque tuve sed y no me dieron de beber; era forastero y no me recibieron en su casa; no tenía ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.”
Aquellos preguntaran también:  “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado y no te ayudamos?” El Rey les responderá:  “En verdad les digo que siempre que no lo hicieron con algunos de estos más pequeños que son mis hermanos, conmigo no lo hicieron. Y estos irán al suplicio eterno, y los buenos a la vida eterna.”
Después de las alabanzas y la Comunión, se procedió al cántico de la Virgen María; Magnificat (Lucas 1), Alegría del alma en el Señor…  
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
49porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí
su nombre es santo,
50y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
51Él hace proezas con su brazo
dispersa a los soberbios de corazón,
52derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
53a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
En síntesis y a vuela pluma, queda la alegría de que esta jornada organizada por diversas instancias laicales y religiosas, cumplió a cabalidad con lo que decía la Convocatoria e Invitación a este Encuentro; "Queremos celebrar los 50 años del Concilio que abrió puertas y ventanas. Celebrar un acontecimiento vivificador para la Iglesia y el mundo, un soplo del Espíritu de Jesús, bajo la figura del Papa Juan XXIII y tantos y tantas que se comprometieron con el Reino de Dios. Queremos celebrarlo juntos. Anímate, anima tu comunidad, anima a tus amigos y comencemos juntos a preparar el corazón, la fuerza y la voz para volver a gritar que Cristo vive y sigue abriendo más puertas y más ventanas para su pueblo peregrino".
Notable y esperanzadora inicitiva que puede suscitar un mayor protagonismo y praxis laical en la construcciónde una Iglesia más fiel y parecida a lo que fueron las primeras Comunidades fundadas por Jesús...

miércoles, 10 de octubre de 2012

Urge una teología viva para la liberación: inicia el Congreso Continental de Teología


En un desbordado auditorio, en la Universidad de Unisinos, este domingo 7 dieron inicio los trabajos del Congreso Continental de Teología de la Liberación en Sao Leopoldo, Brasil, con una importante representación de la mayoría los países de América Latina y Caribeña, Estado Unidos y Europa. Más de 700 gentes, revivieron el nacimiento y desarrollo de la teología de la liberación, acompañados de 7 obispos católicos y protestantes. Se han congregado las y los principales exponentes de la teología de la liberación del continente. 

La apertura del Congreso Continental de Teología (CCT), inició con un momento de reflexión donde se invocó a la sabiduría del Espíritu Santo, para luego, el P. Marcelo Fernández de Aquino, rector de la Universidad de Unisinos dar la bienvenida a los congresistas, recordando que la teología de la liberación nos invita al diálogo, la polémica y a la reflexión, y señalando la necesidad de explorar nuevas hermenéuticas del Concilio Vaticano II.

Por su parte, Agenor Brighenti, presidente de Amerindia Continental, habló del contexto y pretexto que convocan al Congreso, desde la realidad actual de pobreza del continente, e hizo un homenaje a obispos católicos y no católicos, teólogos y teólogas, que han sido figuras proféticas del caminar eclesial latinoamericano y han abonado a una verdadera recepción del Vaticano II, entre los que destacó a Samuel Ruiz, Sergio Méndez Arceo, Hélder Cámara, Gustavo Gutiérrez, José María Pirres, Leonardo Boff, Jon Sobrino, entre otros. También hizo un reconocimiento a los conferencistas, talleristas y todas las personas participantes en el Congreso.

Para concluir la tarde, se realizó el Panel "Un nuevo congreso y un congreso nuevo”, con la participación de los teólogos Geraldina Céspedes y Jon Sobrino, destacando éste último por su sentido y sencillo testimonio de su caminar por la teología de la liberación, de sus nuevos desafíos, de sus urgencias. Mientras Geraldina Céspedes, señaló que es necesario seguir acompañando los procesos de lucha por la justicia que están tejidos en nuestra historia latinoamericana y caribeña con hilos rojos, por la sangre de las y los mártires, de quienes tenemos que seguir haciendo memoria, ya que nos alientan y nos ayudan a decir no a cualquier injusticia.

Desbordando las expectativas en el número de participantes, el Congreso ha iniciado con gran ánimo, con voz profética, con hondura y mirada crítica, con deseos de unir la teología con la vida de los pueblos del continente. En los días siguientes se espera la participación de Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez (por videoconferencia), entre otros y otras importantes exponentes de la teología de la liberación.

La transmisión en vivo de las principales conferencias del Congreso sigue día a día por: http://www.ustream.tv/channel/congresoteologicobrasil

Y la información relevante día a día (boletines de Prensa, entrevistas, fotos, textos y más) podrá consultarse en: http://www.observatorioeclesial.org.mx/ y en http://www.unisinos.br/eventos/congresso-de-teologia/

lunes, 8 de octubre de 2012

Del 'aggiornamento' a la recristianización

Hace ahora 50 años la Iglesia católica hizo autocrítica y acometió un profundo debate para abrirse a la sociedad y los fieles. El Concilio Vaticano II, la asamblea ecuménica que comenzó sus deliberaciones el 11 de octubre de 1962, trajo una serie de cambios para el cristianismo que hoy se antojan fundamentales. Gracias a esta 'primavera' que congregó a los obispos de todo el mundo, quedó abolida la liturgia de la misa en latín, se acuñó el concepto de pueblo de Dios, se reconoció la libertad de conciencia y se entabló un diálogo con otras confesiones y representantes del ateísmo. La apertura, no exenta de tensiones entre reformistas y conservadores, experimentó un reflujo cuando la Iglesia tuvo que afrontar las consecuencias de mayo del 68, la contracepción, los derechos de la mujer o las deserciones internas. La llegada al pontificado de Juan Pablo II y Benedicto XVI supuso una vuelta atrás: se restauró la llamada al orden de los teólogos disidentes y Ratzinger acogió a la facción tradicionalista que encabezó en su día Marcel Lefebvre, que siempre renegó de los frutos del Concilio. Del 'aggiornamento' de los años sesenta (la puesta al día del mensaje cristiano) se ha pasado a la recristianización, objetivo prioritario de los últimos papas.
 
Para el director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, Juan José Tamayo, el acontecimiento religioso prescindió del anatema y abogó por el diálogo. Supuso pasar de la «cristiandad al cristianismo, de la Iglesia como sociedad perfecta a la comunidad de creyentes». Con todo, Tamayo, autor de 'Invitación a la utopía. Ensayo histórico para tiempos de crisis', cree que el encuentro, pese a ser un hito histórico, tiene sus sombras. «Pablo VI [bajo cuyo pontificado continuó el concilio] impuso el freno a la colegialidad de los obispos, que quedó subordinada a la autoridad suprema del romano pontífice», subraya. Por añadidura, quedaron relegadas cuestiones como la ordenación sacerdotal de las mujeres o el celibato opcional de los curas.
 
Juan XXIII, que muchos consideraron un «pontífice de transición», es decir, un dirigente cuyo mandato sería efímero y sin relevancia, se atrevió, a sus 77 años, a anunciar la convocatoria de un concilio. En 2.000 años de historia, la Iglesia solo ha celebrado 21 asambleas de este tipo. Era una decisión audaz y no carente de riesgos, pues podía destapar las divisiones en el seno del catolicismo. Sin embargo, la propia jerarquía era entonces consciente del anquilosamiento de la Iglesia católica, su necesidad de asumir nuevas realidades temporales y acercarse a la ciencia y la modernidad.
 
Edad Media
 
Medio siglo después, ¿qué queda de aquella asamblea? «El convencimiento de que los problemas de la Iglesia no los resuelven el Papa y el Vaticano en soledad, sino que necesitan la participación de los episcopados de todo el mundo», asegura José María Castillo, que ha sido catedrático de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de Granada. Este profesor, autor de 'La humanidad de Dios' y miembro de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, sigue creyendo que la Iglesia precisa una renovación, pues en ella perviven estructuras de la Edad Media.
 
Los padres conciliares fueron osados en sus debates. Desde el concilio de Basilea (1431-1445) se consideraba que cualquier pagano o niño no bautizado estaba abocado a las llamas del infierno. A partir del encuentro, que acabó en noviembre de 1965, el ecumenismo cobró pujanza. Se prescindía del principio tan arraigado hasta entonces de que la unidad de la Iglesia solo se conseguiría mediante el retorno a la comunidad católica de los que en su día la abandonaron. Juan XXIII ve a los cristianos no católicos como hermanos y no como enemigos. Una idea que culminó con el encuentro de Asís, en 1986, cuando Juan Pablo II rezó con líderes religiosos de todo el mundo.
 
Gracias al Concilio cuajó la idea de que la Iglesia no debía ser concebida como una estructura piramidal, con el Papa y la curia en la cúspide, sino como «pueblo de Dios». De ahí el protagonismo que cobraron los laicos. Como apunta César Izquierdo, vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, «del concilio sale la idea de que todas personas forman parte de la Iglesia». «Algunas percepciones sociopolíticas, propias de la Guerra Fría, han quedado obsoletas, pero no forman parte del concilio», destaca Izquierdo.
 
La opción preferencial por los pobres, una apuesta del cónclave, tuvo su traducción en la teología de la liberación, doctrina que Juan Pablo II se encargó de perseguir. Ese empeño tiene su imagen en la reprimenda que Karol Wojtyla hizo al poeta y entonces ministro nicaragüense de Cultura, Ernesto Cardenal, en el aeropuerto de Managua, con un Cardenal arrodillado y recibiendo el rapapolvo del Papa.

jueves, 4 de octubre de 2012

Reflexiones con mirada cristiana frente al 7O

Cuando faltan solamente dos días para el proceso eleccionario del 7 de octubre, siento que es mi deber enviar un mensaje a todas mis hermanas y hermanos que me leen, hijas e hijos de esta patria. Creo que la historia me juzgará negativamente por mis silencios cómplices y no por mis atrevimientos de decir lo que siento desde mi fe. 
 
Es mi deber iluminar el momento tan crucial que vive el país con el Evangelio de Jesucristo en quien creo y a quien sigo. Testigo he sido de estos catorce años de lucha constante del pueblo venezolano desde que llegó el comandante Chávez a la presidencia de la República. Testigo también de los aciertos y errores de este proceso en el que se anotaron las mayorías empobrecidas porque encontraron en la palabra y la acción de Hugo una verdad y una “razón para la vida y para la esperanza” parafraseando una expresión de la plegaria eucarística.
 
Tortuoso ha sido el camino de la revolución bolivariana, sobre todo porque le correspondió desafortunadamente una oposición insolidaria con el bien común, basta solo considerar la torpeza y el daño causado durante el sabotaje petrolero a un recurso que es te todos, para corroborar esta afirmación que estoy haciendo. Resulta tan largo hacer memoria de todos los momentos en que la presencia opositora no ha mirado en la direccionalidad de un concepto común de país en favor de las mayorías. Ese individualismo les ha hecho mucho daño a ellos y a todos como nación. También tortuosa ha sido la marcha de este proceso porque en las filas del gobierno se insertaron sutilmente muchos oportunistas y burócratas que han pretendido construir este proyecto en los viejos moldes del bipartidismo que había perdido la honestidad.
 
Hoy escribo estas líneas entre el asombro y la indignación luego de haber leído un documento titulado LINEAMIENTOS PARA EL PROGRAMA DE GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL 2013-2019 en el que la MUD define en 1232 párrafos y un anexo lo que sería su propuesta de gobierno. De este documento ahora nadie quiere hacerse responsable pero es real su existencia y verídica su intención. Siguiendo al profesor Eleazar Díaz Rangel en su columna del pasado sábado 29 de septiembre considero que solo el hecho de que un programa de gobierno vaya en contra de la nacionalización alcanzada de nuestra industria petrolera y de las misiones sociales, ya es motivo suficiente para que ningún venezolano consciente apoye una propuesta de tal naturaleza, mas le valdría abstenerse. El documento es muy extenso y habría mucho que comentar y rechazar contundentemente, pero basta solamente con que toquen el petróleo que ahora ha llegado a un pueblo históricamente excluido, para que mi condición de cristiano católico y sacerdote me obligue en conciencia a objetar semejante intención. Y la objeto porque va en contra de aquellos por los que Jesús optó, los pobres: “el Espíritu del Señor está sobre mi, porque me ha ungido, me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres” y por los que opté yo el día que decidí vivir mi vida cristiana desde este estado. En otro pasaje Jesús nos enseña que el pobre es el gran sacramento que lo hace presente a Él en la historia. El está en el que sufre, en el encarcelado, en el hambriento, en el enfermo: “Vengan bendecidos de mi Padre porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estaba desnudo y me vestiste…”
 
Ahora bien, no olvidemos que la espiritualidad cristiana no es una entelequia ahistórica, sino que está encarnada en el tiempo y en las realidades cotidianas, porque solo desde esa dimensión encarnatoria fue posible que Dios se nos hiciera presente en Cristo. Por tanto hoy es obligado hacer una relectura del Evangelio desde Venezuela, si es que realmente queremos ser honestos con el seguimiento de Cristo. Esa relectura la tenemos que hacer desde los que no sabían leer y ahora leen y hasta hacen una carrera universitaria, desde los que nunca tuvieron a ningún organismo que se ocupara de su salud y ahora tienen médico en su barrio, en su aldea, los que habían sido marginados en la periferia de las ciudades, condenados a vivir en el barranco y ahora tienen una vivienda digna y la tendrán los que aun no les ha sido asignada, no es promesa electorera lo confirman los hechos de cada semana; los ancianos discapacitados y discapacitadas que nunca podían bajar del cerro a la ciudad ahora tienen metrocable y cabletren, los indigentes ahora tienen un refugio y una esperanza de incorporarse a la sociedad a través de la Misión Negra Hipólita, la madre del barrio ¿quién la visualizaba? ¿quién se ocupaba de esa figura de mujer ninguneada? nadie, ahora tienen una misión que las atiende y las organiza, los campesinos sin tierra, o los pequeños propietarios que jamás supieron de un crédito ahora lo tienen y han comenzado a producir y a vivir dignamente, los adultos mayores que nunca supieron de seguridad social y ahora cobran salario mínimo, ¿puede taparse el sol con u n dedo? Son tantos los motivos para ver presente la acción de Dios en esta historia de revolución bolivariana que hemos experimentado. Son tantos los motivos para sentir, desde la dimensión política de la fe, que también Jesús le da la bienvenida a todo proceso que tenga como fin la inclusión de los eternamente excluidos.
 
Errores ha habido es cierto, pues este proyecto no es perfecto pero si perfectible y creo que en esa línea va el Presidente cuando habla de la eficiencia tan necesaria en una nueva etapa de gobierno. Hay que seguir abordando la inseguridad importada que nos ha minado imperceptiblemente con la droga y el paramilitarismo. Es urgente una eficiencia que debe atacar en profundidad la burocracia, la corrupción y la atención al público, es urgente que el Poder Popular alcance su mayoría de edad, añoro el día en que una notable representación del Poder Popular tenga voz y voto en los Consejos de Ministros, todo esto es posible corregirlo y/o incorporarlo pero desde un proyecto socialista perfectible y no desde el individualismo indolente que en el mundo ha sembrado el capitalismo salvaje. 
 
Hay errores que, indudablemente van dejando heridas, pero nuestra mirada tiene que ser mucho más universal, así que el criterio a la hora de elegir no puede ser ese momento puntual que me afectó en lo individual sino los grandes horizontes alcanzados y por construir. La integración latinoamericana y caribeña por ejemplo, la geopolítica mundial y la esperanza que como pueblo hemos despertado en otros pueblos de América Latina y el mundo. Nos tenemos que mirar en el espejo del proyecto neoliberal que deja a millones de europeos y norteamericanos sin trabajo, sin casa, sin seguridad social, esa debe nuestra mirada hoy, porque vivimos en un mundo globalizado y lo que afecta en otras latitudes es también nuestro problema. Este pueblo venezolano ha crecido mucho en su capacidad de discernir en lo político y estoy seguro que sabrá defender pacíficamente en las urnas su futuro, su vida y su esperanza.
Numa Molina
Sacerdote y periodista

martes, 2 de octubre de 2012

Díaz Merchán: «El Vaticano II sigue vigente en letra y espíritu para la nueva evangelización»

El obispo emérito y único padre conciliar español vivo abrió el curso del Seminario con una clase sobre la cita convocada por Juan XXIII

Díaz Merchán, segundo por la derecha, durante la charla inaugural del curso en el Seminario. nacho orejas
Oviedo, José A. ORDÓÑEZ
«El Vaticano II sigue vigente en su letra y en su espíritu como base segura para la nueva evangelización. Es necesario, en todo el orbe cristiano, recurrir una y otra vez al Concilio que abrió la Iglesia católica a su responsabilidad misionera en los tiempos actuales». La reflexión es del obispo emérito de Oviedo, Gabino Díaz Merchán -don Gabino-, el único padre conciliar español que sigue vivo. Con ella cerró la lección inaugural del nuevo curso en el Seminario de Oviedo, una disertación en la que prestó especial atención a la vigencia actual de la histórica cita ecuménica, en cuya cuarta sesión participó al poco de ser nombrado obispo de Guadix-Baza, en 1965. La disertación de Díaz Merchán (Toledo, 1926), presentado por el actual arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, como «un padre y un hermano mayor», abarrotó el aula magna del edificio ovetense del Prau Picón.

Recordó Díaz Merchán de aquellas intensas semanas en Roma «el método admirable y riguroso con el que se trabajó en el Concilio» y cómo «bullía la ciudad de movimientos e intervenciones de toda clase, dirigidas a influir en la opinión pública y en nuestras deliberaciones». Sin embargo, frente a esa agitación «el ambiente interno era de paz y de creciente optimismo, a pesar de las incesantes críticas que caían sobre nosotros diariamente», señaló.

El arzobispo emérito ensalzó la figura del cardenal Roncalli, Juan XXIII, por haber introducido a la Iglesia en una nueva etapa histórica. «El impulso renovador de aquel anciano Pontífice, apoyando su debilidad en la Divina Providencia, le movía a abrir puertas y ventanas de la Iglesia, para comunicarla con el mundo exterior y prepararla para la misión evangelizadora de la nueva sociedad que estaba gestándose», subrayó el veterano prelado. A su juicio, lo que distinguió al Vaticano II de otros concilios fue «su estilo», pues «se desarrolló con una intención claramente pastoral». Además, también valoró otras características del magisterio de Juan XXIII, como «corregir los errores con misericordia y no con anatemas» y «su deseo de contribuir a la unidad de la Iglesia y al progreso de todo el género humano, hoy tan dividido por intereses materiales»

El titular de la diócesis asturiana entre 1969 y 2002 y presidente de la Conferencia Episcopal de 1981 a 1987 reconoció que «la recepción» del Concilio «no fue la que esperábamos al despedirnos en Roma en la fiesta de la Inmaculada de 1965», pero apuntó que «las dificultades del posconcilio tampoco justifican la actitud de desencanto que hoy manifiestan algunos sectores de la Iglesia, que habían imaginado tal vez otro discurso de los acontecimientos». Tras asegurar que «todo Concilio necesita tiempo para ser asimilado», Merchán destacó que los últimos Papas han orientado su aplicación a la nueva evangelización, que, según indicó, «fue el principal objetivo» del Vaticano II.

«España es un pueblo que ha evolucionado mucho y que ha pasado en pocos años de ser un pueblo socialmente cristiano, de régimen confesional, a una sociedad regida por una Constitución laica», aseguró Díaz Merchán. Se trata, según dijo, de una sociedad en la que, «entendida correctamente, los cristianos hemos de desarrollar nuestra vida religiosa sin cortapisas ni privilegios». Y es que, a su juicio, siguiendo la declaración de libertad religiosa del Concilio, «los católicos hemos de descubrir nuestra manera de estar y de comportarnos como ciudadanos y como católicos, discerniendo con claridad la nueva situación en la que nos encontramos».

En este sentido, alertó de que en el mundo actual «algunos valores evangélicos también pueden haberse oscurecido en los creyentes por el cambio social y cultural, con lo que el testimonio evangelizador queda ensombrecido y la propuesta cristiana pierde impacto; una situación en la que muchos católicos se aferran a prácticas tradicionales, que carecen de referencia al compromiso social cristiano, y las prácticas religiosas se quedan vacías de contenido religioso o se reducen a un sucedáneo de otros valores». Es ahí donde Díaz Merchán entiende «necesario esclarecer las prácticas religiosas, aclarar los conceptos básicos y, sobre todo, renovar en profundidad la conversión de los cristianos». Será, según dijo en el tramo final de su conferencia de ayer en Oviedo, «confesando con humildad y firmeza la pertenencia a la Iglesia y defendiéndola de acusaciones infundadas que, con frecuencia, se difunden contra ella injustificadamente».

 (enlace)

lunes, 1 de octubre de 2012

Sta Teresita del Niño Jesús

"Mi alegría es ser pequeña, permanecer pequeña,
así, si alguna vez en el camino caigo, me levanto enseguida,
y mi Jesús me coge de la mano.”
(Santa Teresita del Niño Jesús)

martes, 18 de septiembre de 2012

¿Qué haría Jesús hoy?

Haría lo que hizo, cumpliendo la misión de su vida: anunciar y practicar el Reino. Para eso Dios se hizo “Emanuel, Dios-con-nosotros”. Para eso es el misterio de la Encarnación.

Ese Reino que Jesús intentó explicar de todos los modos y que ni la muchedumbre, ni los apóstoles, acababan de entender; y que no acabamos de entender nosotros hoy, incluidos los obispos.

Jesús repetía el mensaje y lo practicaba con gestos de solidaridad y de liberación. Mensaje que Él sintetizó con una fórmula definitiva: “Yo vine para que todos tengan vida en plenitud”.

Él anunciaría el Reino por activa y por pasiva, inculturadamente, hoy, aquí, y denunciaría el anti Reino, a todo riesgo, al riesgo de la Cruz, que es herencia de todas las personas subversivas que optan por el Reino.

Anunciaría y practicaría el Reino siempre a partir de los pobres. Proclamándolos dichosos porque son los preferidos de Dios. Y daría a entender muy claramente que no se puede servir a Dios y al dinero; que no se puede servir a la justicia y a la fraternidad sirviendo al mismo tiempo al capitalismo neoliberal.

Dentro de la Iglesia, en las religiones, armaría la mayor confusión por su fidelidad total a la voluntad del Padre que es Amor por encima de todas las leyes y cánones. Con su presencia compañera en medio del pueblo y su aversión profética al poder ayudaría a desmontar muchos tinglados, en la religión y en la política, en la desolación del desempleo, en las fronteras de la migración, en la geopolítica del hambre y de las armas, en la deshumanización del consumismo. Nos enseñaría de nuevo, con una novedad radical, el “ Padre nuestro y el Pan nuestro”.

Pedro Casaldáliga