Hay que accionar determinadamente y con urgencia para que se dé la reconciliación entre herman@s, se curen las heridas abiertas y vuelva la PAZ a aquella tierra. Y ante esto me he preguntado, como cristiano y como obispo, ¿Qué debería hacer por ese nororiente e Iglesia tan queridos, por los que di y quiero seguir dando la vida? Y éste es un buen argumento, me parece, para este ayuno público, que he decidio realizar ante mi conciencia y ante Dios. Pido su oración y su comprensión.
Monseñor Gonzalo López Marañon
Carmelita Descalzo
Carmelita Descalzo
Por favor señor obispo!!! primero alborota el abispero y ahora se hace la víctima, ya basta!!! ¿no se ha dado cuenta que el pueblo de Sucumbios ha despetado? ¿Ahora después que ha tirado la piedra, quiere ocultar la mano? Puede llamarse cristiano, pero por favor no se llame Católico, porque si no OBEDECE A ROMA, deja de ser Católico.
ResponderEliminarObispo querido, siga en su camino de espiritualidad de no-violencia y fraternidad.
ResponderEliminarEn Sucumbios lloramos su salida, pero nos esperanzamos por que hemos descubierto el fruto de 40 años al lado de los pobles, campesinos, indígenas y mujeres; este legado nos ayuda a sobre llevar las injusticias que nos impone ahora nuestra querida Iglesia, con fe en el futuro y en el mensaje de Jesús te damos ánimo para seguir en este empeño.